Patrick y Corinne le acogen en una de sus cinco habitaciones de huéspedes (con sello de calidad 3 llaves "Clévacances") ubicadas en una antigua casa parroquial del siglo XVIII, en el corazón del barrio medieval.
Nada más entrar, ya se marca el tono: las antiguas piedras y el artesonado se combinan con el hierro forjado para crear un ambiente cálido. Usted apreciará el salón de descanso, la mesa de juegos, el televisor, el espacio de lectura y, en invierno, nuestra auténtica chimenea bearnesa.
En la parte exterior, Usted descubrirá un jardín-huerto "de cura" típico francés y nuestra huerta biológica, para satisfacer sus papilas. Por la noche, Usted podrá disfrutar de nuestra mesa de huéspedes en un ambiente simpático y saborear las especialidades de nuestra región... ¡y unas sorpresas del chef!
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